El 2020, un año que ha sido un reto para la humanidad. Un año lleno de incertidumbre, cambios, perdidas de seres queridos, económicas. Un año para el que nadie estaba preparado. Un tiempo incierto que ni siquiera sabemos cuánto más durara. Ha sido un tiempo que ha confinado a la mayoría a estar en casa, a poner en pausa nuestra vida “cotidiana” y que muchas veces nos hace sentir atrapados, perdidos y sin idea de qué hacer con nuestras vidas y sobre todo con nuestros hijos. A muchos nos llena de angustia el estar en casa y ver a nuestros pequeños ansiosos porque extrañan visitar a sus abuelos, ir a jugar, al cine, a la escuela.  Sin embargo, podemos tomar este tiempo como un regalo hecho por nuestro Padre para reflexionar, acercarnos a Él y para unirnos en familia.  El 2020 puede ser ese tiempo que podemos aprovechar para

1. Confiar

Primero que todo debemos saber y reconocer que Dios está en control. Antes de que nos diéramos cuenta que esto iba a suceder, Él ya lo sabía. Así que Él tiene un plan en todo esto, quisiera saber cuál es y poder decírselos, pero en Jeremías 29:11, Él nos dice:

“Porque Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”

2. Orar

Ore por sus hijos y con sus hijos.

Filipenses 4:6-7

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”

Nuestros hijos son de Él. Él los ama más de lo que nosotros podemos imaginar, Él los creó.

Salmos 100:3

“Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de Su prado.”

Él sabe nuestras necesidades y las de nuestros hijos, entonces lo mejor es entregárselas a Él.

1 Pedro 5:7

“echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él se preocupa por vosotros.”

3. Jugar

Jueguen con ellos.  Esta actividad ayuda tanto a los niños como a los adultos. Juegos al aire libre, landa, rayuela; o dentro de la casa jugar escondite, juegos de mesa. Pueden inventar juegos, sea creativo, no necesariamente tiene que ser algo académico. Incluya a todos los niños, sin importar sus edades. También puede dejarlos jugar solos, que inventen sus propios juegos, sus propias historias.

“Nada enciende más la mente de un niño como jugar” – Dr. Stuart Brown

Volvamos como ellos, como dice Mateo 18:3:

“y dijo: De cierto os digo, que, si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.”

4. Admirar la Creación de Dios

Admiren la creación de Dios juntos, salgan a ver la naturaleza siempre con sus precauciones, y dependiendo de su vecindario. Aprecie los árboles, el cantar de los pájaros, la vista de las montañas. Miren hacia el cielo. Cada día observen como Dios cambia las nubes, incluso sus tonos, colores y formas; y luego mediten en el Salmo 121.

“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel. Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma.  Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.”

5. Devocional

Termine el día con un tiempo de devocional en familia, donde incluya una lectura Bíblica, le recomiendo leer el libro de los Salmos o Proverbios. En especial Salmos 46, Salmos 91, Salmos 121, Salmos 23 Salmos 27, Proverbios 3:5-7. Oren y canten alabanzas juntos.

Salmos 119:162

“Me regocijo en Tu palabra como el que halla muchos despojos.”

6. Tiempo en Familia

    • Tiempo de Películas: miren juntos una película, disfruten con palomitas, nachos, hotdogs, chocolates, como si estuvieran en el mismo cine.
    • Cuenten cuentos, incluso los pueden inventar.
    • Cuenten anécdotas de su niñez a sus hijo.
    • Hagan dramas.
    • Canten/Karaokes, con canciones infantiles o alabanzas.
    • Pijamadas en familia.
    • Acampen, aunque sea  en la sala de su casa.

Salmos 133:1

“¡Mirad cuan bueno y delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía.”

Recuerde que podemos reposar en Su Palabra a diario, no pasemos angustiados.

Salmos 94:19

“En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma.”

No digo que se olvide de la situación en que estamos, pero sí que la paz de Dios este sobre nosotros.

Juan 16:33

“Estas cosas os he hablado para que en Mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, Yo he vencido al mundo.”

Juan 14:27

“La paz os dejo, Mi paz os doy; Yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Pero sobre todo no quite la mirada de Dios.

Hebreos 12:2-3

“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a Aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra Sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.”

Etni de Flores
Maestra de Prescolar, ALP